Perplejo e idiotizado me dejaron tus instintos,
Y anonadado tus impulsos me azotaron…
Para poder reaccionar a tus semblantes estuve esperando
Que tus amables caricias intervinieran sosegadamente,
Y la lujuria y el deseo contemplaron
Como dos seres libres y a punto,
Gozaban en lo infinito y lo eterno
Para explosionar con delicadeza…
las estrellas de la noche fueron testigos
Como sucumbías a la plena y lenta felicidad
donde tu cuerpo y el mío latían en una marabunta
las llamaradas de lo infinito se fundían…
con la explosión de un placer sin igual
y todo en un manto de rayos plateados
El secreto
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Quizás el secreto está en no juzgarte ni exigirte tanto. Darte el valor que
mereces y no castigarte al rincón de pensar cada dos por tres ni dejar que
t...
Hace 2 años