
Tintineos de campanas anuncian tu partida,
Y los tenebrosos matices de las estrellas están de luto,
Y ni los pajarillos se atreven a cantar…
Para dejar a un lado tu forma azabache de peinarte.
Y las sonrisas de las luciérnagas revelan el hastío,
Comprendiendo tu forma de revelarte,
Tu forma de decir no a la vida…
No a la consecuencia de mirarme.
Desdichado el que escriba versos y además los sienta,
Incomprendido el que se atreva a cantar y a llorar,
será el primero en darse cuenta…
El primero en callarse… y solo amar…
Porque escribir y no amar
Es como no respirar y seguir viviendo.
c@rdelli
2009