El rio de sentimientos acabará por matarme,
Hoy apareciste sin avisar y te tuve entre mis brazos
Coloreabas apaciguadoras rimas y versos,
Que yo retuve en unos instantes prometedores
Luego, como si Zeus te protegiera, desapareciste en un instante,
Un instante que se convirtió en una centuria
Volvieron a mi los túneles grises de la amargura
Resplandecieron los horrores de la soledad.
Y como en una simbiosis resurgiste de nuevo
Aclaraste la nube de las tristezas y amaste en lo infinito
Ruborizaste mi semblanza para silenciar el sufrimiento
Autentica felicidad la que despojaste en tu resurgir
Y como avitualla rebosaste y calmaste mi sed
Mi sed de ti y mi hambre de romanticismo.