
El resplandor de las montañas hacen de mi debilidad una quimera
Y sufro al pensar sobre como descubriste mi nombre,
Aquello que un día brilló y al otro sentenció mi pesar
Porque me olvidaste y muero por recordarte
Mi principio y tu final aun todavía por descubrir,
Me castigaste no queriéndome y lo sabias
Tu comienzo enjabonó mi tesitura y explotó
Bombardeándome sin querer tus finos lazos
Descubriste que te adoraba y aprovechaste el momento
Pero llegó la osadía de tenerte y fuertemente me obligaste
Componiendo maravillosas baladas que me extasiaron
Para reconstruir lo que un día comenzó,
Y al otro continuó y solo reflejó lo que los dos sabíamos
Tu mueres por quererme y te quiero para morir
0 comentarios:
Publicar un comentario