lunes, 16 de febrero de 2009
Una noche de verano recibi esto (que me pareció precioso):

Dos poetas alados, llenos de sueños,
que se escaparon entre versos del negro noche,
del amor, de la esperanza y la lejanía,
se enamoraron de las letras amargas y dulces,
de las voces, y quisieron quererse, sin poder,
y callaron a los días, y hablaron a las noches,
dos poetas extraños que se hicieron de agua,
y calaron uno en la piel del otro, sin saber,
y se escurrieron entre las estrellas, con luz,
la luz brillante de las risas, las canciones alegres, y el olor a café.

Una poetisa sincera, escurridiza, tiritante,
se instaló en las noches llenas de mantequilla,
suavidad entre sabanas, oscuridad de miel,
sonrisas cansadas, entre poemas, de un hoy y un ayer,
quiso vivir un cuento precioso, quiso perderse en el,
una niña que se agarró al sueño de toparse sin querer,
con un caballero andante, con armadura de saber,
y se encontró con la noche, que le regalaba, amor,
sin pedir nada, que la llenaba de rosas azules,
de canciones esperanzadoras, y de placer,
la bella durmiente con miedo a amar, a gustar y a no gustar.

Mi yo en este verso, tu caricias, convertidas en palabras,
yo la princesa de un castillo con las paredes del sonido,
que construyó tu aguar dentada y cálida voz,
y un lecho de sueños, imaginación y "ganas de",
yo la que quiso volar hasta tu ventana,
que lanza besos y dibuja el momento en el que tú los recoges,
mi poeta deseoso de romanticismo,
ansiando querer, ser querido, ansiando mis ojos en sus ojos,
mis miedos, que tocan la puerta de este castillo,
mis esperanzas, que ponen el cerrojo de nuestro torreón,
en el que estamos tu y yo;
dos poetas alados, llenos de sueños.



(Tatyana Galán)

1 comentarios:

Lluna dijo...

joooo que bonitoooooooooo

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Salamanca, Salamanca, Spain