Excusas y remordimientos, lúgubres marmóreos y grises,
Luces y sonatas apuntan ya el alba,
El comienzo de lo impertérrito, de lo sublime y caótico,
Sin una palabra, sin una sonrisa, sin piedad.
Acobardándonos, misteriosamente sin saber por qué,
Aferrados a la felicidad sin querer, sin semblanza
Iniciando el juego de las hipotérmicas jugadas sensuales
Para acabar ya, desenfrenados y sin límites en románticas posturas
Aplastantes momentos de sufrimiento y locura
Imprescindibles momentos de sosiego.
Jadeantes movimientos inusuales, estallido de la razón,
Placenteros recuerdos y extasiantes finales
Inquietantes sorpresas acumulando ternura
Para recordar cada vez que aparezcas.
(Mario Cardelli)
El secreto
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Quizás el secreto está en no juzgarte ni exigirte tanto. Darte el valor que
mereces y no castigarte al rincón de pensar cada dos por tres ni dejar que
t...
Hace 2 años
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